El incremento del coste de mantenimiento de las cuentas en algunos casos puede incluso superar los 200 euros anuales

Comisiones demasiado elevadas, cierre de oficinas y fusiones, una atención al cliente deficiente o incluso una sucursal alejada de nuestro lugar de residencia son algunos de los motivos por los que el cliente de una entidad decide cambiar de  banco.

En la actualidad, son muchos los clientes que estarían dispuestos a cambiar de entidad financiera para reducir los gastos, ya que el incremento del coste de mantenimiento de las cuentas en algunos casos puede incluso superar los 200 euros anuales.

No obstante, el cambiar de banco no puede tomarse a la ligera, ya que aunque permite al cliente dejar de pagar por la operativa básica, también elimina la posibilidad de poder disfrutar de ventajas extras como regalos o rentabilidad. Por lo tanto, explicamos los cuatro errores comunes que debemos evitar a la hora de cambiar de banco.

1. No revisar las condiciones del nuevo banco

En primer lugar, es importante saber que antes de cambiar de banco es necesario revisar las condiciones que nos ofrece esta nueva entidad, ya que en muchas ocasiones el cambio puede ser para peor. Es por ello que antes de iniciar todo el proceso de apertura el interesado debe revisar atentamente el contrato de la cuenta y las condiciones de las tarjetas, especialmente la información relativa a las comisiones y los requisitos.
En el caso de que el objetivo principal del cliente no tenga ingresos regúlales o quiera dejar de pagar comisiones, el abrir una cuenta en un banco sin comisiones y sin nómina es una solución, tal y como señalan desde el comparador. Por lo tanto, el interesado dejará de pagar gastos de mantenimiento, y además recibirá una tarjeta de débito sin cuotas anuales e incluso pudiendo hacer transferencias online gratis, todo ello sin necesidad de domiciliar una nómina.

2. Creer que todos los bancos funcionan igual

Asimismo, el cliente no debe dar por sentado que los servicios son iguales en todas las entidades bancarias, ya que si estamos acostumbrados a enviar dinero a través de Bizum, deberíamos buscar una entidad que ofrezca este servicio, ya que no todos los bancos permiten usarlo.
A pesar de que “la suma conjunta de las entidades participantes ya representa una cuota de mercado cercana al 99%”, según un comunicado de Bizum, todavía hay entidades que no colaboran esta plataforma de pagos instantáneos de móvil a móvil.

Al igual que ocurre con Bizum, no todos los bancos permiten hacer transferencias inmediatas ni hacer uso de los wallets para pagar con el móvil. Por lo tanto, a la hora de cambiar de banco deberemos revisar si esta nueva entidad colabora con Apple Pay, Google Pay o Samsung Pay.

3. No cerrar la cuenta antigua y cerrarla demasiado rápido

En el caso de querer cambiar de banco, no es recomendable el vaciar el saldo de una cuenta y olvidarse de ella, ya que esto no significa que el banco pierda el derecho a cobrar comisiones o esta automáticamente se cierre.
Por lo tanto, mientras una persona siga siendo titular de la cuenta, el banco podrá continuar cobrando comisiones de mantenimiento, siendo lo más conveniente cancelarla y solicitar un justificante del cierre para que no se acumulen las comisiones y el banco pueda exigirnos el pago de la deuda.
Además de que no conviene el dejar una cuenta abierta, tampoco es recomendable que el cliente la cierre demasiado rápido. Es importante que se mantengan abiertas ambas cuentas con un mínimo de saldo durante un período de tiempo prudencial hasta que comprobemos que todos los recibos y los ingresos se han migrado correctamente.

4. Olvidarse de dar el número de cuenta en el trabajo

Por último, otro paso importante que debemos de tener en cuenta es que si el cliente va a cambiar de banco y se van a cortar todos los lazos con la antigua entidad es necesario informar a la empresa del código IBAN de la cuenta en la que queremos recibir la nómina. En el caso de recibir una pensión o una prestación por desempleo, deberemos notificarle el cambio a la Administración.